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miércoles, 13 de febrero de 2013

Hablemos de videojuegos: Dark Souls

Tras una buena temporada examinando hasta el último detalle lo último de From Software finalmente he llegado a una conclusión acerca del  tan aclamado y a la vez contrvertido Dark Souls. Un juego que tiene una legión de defensores y fan especuladores a su favor no puede ser malo. Y creedme. No lo es. A continuación el porqué. 
Comenzamos.


Trasfondo e Historia

Para empezar debo decir que el trasfondo al principio no parece tener nada de especial, el típico mundo medieval de todo juego de fantasía medieval. O eso se podría pensar de no ser por la introducción cinemática del videojuego, que nos revela un mundo oscuro, legendario, envuelto en niebla, misterio y árboles gigantes. En este mundo poblado por dragones eternos de piedra, aparece un buen día el Fuego y con él aparece la vida, la muerte, el calor, el frío y la luz y la oscuridad. Las formas de vida basadas en el Fuego son mortales (como los humanos) mientras que las basadas en la Piedra (como los dragones ancestrales) son inmortales. Así pues, dado que los dragones dominan el mundo, unos cuantos nacidos del Fuego se hacen poderosos para rebelarse contra los dragones. Finalmente con la ayuda de un dragón sin escamas de piedra, consiguen extinguir a los dragones inmortales y ser los nuevos amos y señores del mundo. A continuación comienza la aventura varios cientos de años después situando a nuestro personaje en una prisión para no muertos (es decir, seres humanos que no pueden morir sino sólo revivir hasta volverse locos) en la que se espera el fin del mundo, literalmente. Al parecer, nadie sabe muy bien porqué, la maldición de los no muertos se ha extendido por casi toda la tierra y prácticamente todas las gentes con que nos crucemos serán no muertas. Al comenzar el juego, tendremos una serie de indicaciones muy escuetas que nos guiarán durante lo que podríamos llamar "el tutorial". El final de este concluye con la muerte del jefe de la prisión (un enorme demonio nada agradable que intentará matarnos) que se encarga de que nadie salga del lugar con vida. Finalmente llegaremos a lo alto de una colina donde un amable cuervo gigante nos atrapará entre sus patas y nos llevará al lugar donde transcurrirá el resto del juego: Lordran. A partir de este punto seremos arrojados a un mundo despiadado, en ruinas, monstruosamente grande, que nos odia y nos quiere ver muertos y que esconde secretos alucinantes y tan hermosos como tristes. Con respecto a la historia debo decir que a cada momento va cobrando una épica cada vez mayor y es que el estilo narrativo de Dark Souls está hecho para hacer que el jugador piense y saque la historia por sí mismo. NO vas a ver cinemáticas que te expliquen la historia, solo verás a tu personajes haciendo cosas en ellas y si la narradora dice algo hay que decir gracias por que no va a volver a decir nada en el resto del juego. La única historia en este juego es la que el jugador puede sacar mediante la observación y el diálogo con los personajes cuerdos que pueblan el mundo Dark Souls.


Este es sólo el segundo jefe. Adorable ¿verdad?.


Jugabilidad

La mecánica Dark Souls se repite a lo largo del título pero no por ello es un juego repetitivo, es más, abunda la variedad de lugares, enemigos y objetos que descubrir. La mecánica es la siguiente: el jugador llega a una nueva zona, al final de la cual hay un jefe. Esa zona tendrá sus correspondiente secretos, objetos y enemigos ocultos. Los controles quizás se os hagan un poco ortopédicos al principio pero pronto os acostumbraréis a ellos y no tendréis mayores problemas con ellos. Prácticamente en todas las zonas habrá hogueras, lugares en los que guardar la partida, recuperar vida y aguante, reparar y gestionar nuestro equipo, nuestra magia, y reponer nuestros valiosos frascos de Estus. El Estus es una especie de poción que les encanta a los no muertos y que repone cierta cantidad de vida. El Estus se puede mejorar para que recupere más vitalidad con cada frasco que consumimos. Cada vez que descansas en una hoguera todos los enemigos que hayas matado reaparecen (a excepción de los jefes). Luego está el concepto de humanidad. La humanidad sirve para avivar la hoguera y así recibir más frascos de Estus por cada vez que descansemos o también se puede usar para hacer a tu personaje humano y no ir por el mundo siendo un zombi de cara arrugada y pútrida. Pero el cambio estético no es lo único que cambia la humanidad. Cuando estás en forma humana puedes invocar a otros jugadores para que te ayuden contra el jefe de la zona o puedes ser invadido de tal modo que un jugador ajeno aparecerá en tu mundo con la única intención de matarte y quitarte tu humanidad y tus almas. Si lo matas a él, tú serás el que consiga parte de sus almas y su humanidad. Las almas son lo que te da un enemigo cada vez que lo matas, unos dan más y otros dan menos, pero todos dan almas. Las almas sirven para subir de nivel y aumentar los atributos de tu personaje para que sea más fuerte, para que tenga más vida, etc. También sirve para comprar armas, armaduras, anillos, objetos especiales y otras baratijas que puedan ser de ayuda. Por cierto en Dark Souls no hay botón de pausa, cuando te estás cambiando el equipo el tiempo sigue y si no estas en una zona segura lo más probable es que un enemigo repentinamente le dé un ataque de inteligencia superdotada y decida apuñalarte por la espalda.


En Dark Souls la muerte es algo bastante común y la dificultad infernal será tu pan de cada día. Que no te extrañe que tras la primera media hora de juego te encuentres un dragón escupe fuego capaz de matarte de una tos. En este juego cualquier enemigo puede emboscarte en cualquier momento donde menos te lo esperes así que habrá que ir con pies de plomo en todas las zonas nuevas que visitemos. Los enemigos te obligarán a enfrentarte a uno a la vez si quieres salir indemne de un combate, pues  contra grandes grupos tu muerte está más que asegurada. Cada vez que mueras regresarás a la última hoguera en la que descansaste habiendo perdido todas tus almas y toda la humanidad que tuvieras en tu contador. Llegados a este punto lo único que puedes hacer es regresar a donde te mataron y recoger tus cosas. Si te matan mientras intentas recuperar tus almas y tu humanidad perderás las perderás definitivamente. Habrá ocasiones en las que sentirás una gran frustración pero si actúas con paciencia y con cabeza el juego te irá recompensando. Este no es un juego en el que sea aconsejable correr entre los enemigos desnudo haciendo el tonto, porque ten por seguro que te destriparán en medio segundo y de un mísero golpe. Los jefes son la estrella del título, al principio te matarán una y otra y otra vez, pero cuando los matas finalmente tras haberte aprendido sus pautas de ataque y tras haber planeado una estrategia, la satisfacción que se siente es enorme. Y vale la pena. Una curiosidad que me sorprendió es que TODO el mundo Dark Souls está interconectado sin una sola pantalla de carga. Por no hablar de los atajos, que a más de uno sorprenderá encontrar un ascensor en el lugar más recóndito del mundo para a continuación descubrir que te lleva directo a la hoguera más segura del mundo por la que ya habías pasado y en la que puedes descansar tras un arduo camino.


También es digna de mención la sensación de progreso y fortalecimiento que tiene el jugador con su personaje... más que nada por que al principio verás tu equipamiento y tus armas y te parecerá triste que tengas que pelear con un cuchillito (en el caso del mago) o con una espada que más que una espada parece un mondadientes grande. Sin embargo, llegará el momento en el que encontrarás armaduras que aparecen en las leyendas del mundo de Dark Souls y serás feliz durante un instante justo antes de que alguien te apuñale por la espalda. Pero por esa armadura, tu muerte habrá valido la pena. Durante tu doloroso periplo te encontrarás varios herreros que podrán mejorarte tus armas y armaduras si les proporcionas los materiales y las almas necesarias. Incluso podrás fabricar armas de jefes usando un arma mejorada al máximo y el alma del jefe en cuestión. También puedes añadirles efectos elementales como que hagan daño por fuego a tus enemigos, por trueno, etc. Otra cosa interesante es que varios NPCs tienen sus propios arcos argumentales y en tu mano estará ayudarles o dejarles que se pudran o que enloquezcan o que les maten. También son dignos de mención los pactos. Consisten, básicamente, en unirte a una facción del juego y hacer aquello por lo que el pacto te recompense, ya sea matar a otros jugadores, ayudarlos, matar jugadores malvados o simplemente ser un buen samaritano con tu propio mundo. Cada pacto te irá dando ciertas recompensas en función de la cantidad de objetos especiales que des al líder del pacto, ya sean pruebas de que has ayudado a gente, pruebas de que has hecho pagar a un pobre jugador por haber matado a una persona inocente, etc.

En Dark Souls o estas alerta o lo pagas con tu vida.


Gráficos

Bueno, este no es precisamente un apartado en el que los gráficos destaquen, pero las texturas lucen bien, los efectos lumínicos son bonitos, el metal parece metal, la tela parece tela y la madera madera. A nivel de texturas, el personaje principal está muy bien acabado con movimientos naturales y buenas texturas, en especial en el caso de las armaduras ya que el metal refleja la luz de forma realista. La mayoría de los escenarios tienen buena pinta visualmente y gráficamente solo hay un error garrafal en cierto lugar del juego pero este no arruina para nada la experiencia de juego. Los efectos visuales son buenos ya que la iluminación no es lo mismo en las alcantarillas que en la orilla de un lago de lava. En algunos lugares, la cantidad de detalles llega a ser tan abrumadora que el juego se ralentiza ligeramente en ciertos lugares, pero estos sitios son muy señalados y la ralentización apenas afecta a la experiencia de juego. El motor de físicas cumple con su función a pesar de que de vez en cuando se nos enreden los cadáveres en la piernas. En definitiva, Dark Souls sabe crear ambientes dependiendo del lugar en el que te encuentres. No es una ambientación excelente pero le da a cada zona su firma característica y eso ya influye mucho en tu modo de jugar ya que no es lo mismo estar en un bonito campo verde abierto iluminado por un sol radiante que estar en un bosque oscuro como la boca del lobo en el que te podrían emboscar en cualquier momento desde cualquier dirección.



Música

La banda sonora de Dark Souls en principio no me pareció especialmente sobresaliente más allá de ambientar ciertos lugares. Sin embargo, es en las peleas contra los jefes donde más brilla la banda sonora con luz propia. Desesperante violines y coros femeninos anuncian el peligro y la muerte inminente a la vez que hacen sentir miedo al jugador mientras este intenta desesperadamente encontrar algún modo de matar al monstruo que se cierne sobre él. Pero no sólo existe la música terrorífica en Dark Souls también podemos encontrar hermosísimas canciones de piano y violín que denotan la belleza y la tristeza del mundo que nos rodea y fantasmales voces que cantan a una chica enferma. Por no hablar de ciertos coros masculinos que hacen parecer que los propios dioses nos cantan. En principio no tendrás mucho interés en esta banda sonora, pero cuando el miedo no sólo venga de tus monstruosos enemigos sino también de la música, sabrás apreciar el poder que tiene. E incluso puede que te descargues alguna canción. Es en definitiva una banda sonora bastante buena que hará las delicias de los oídos más dispuestos a disfrutar de ella.


Conclusión

A decir verdad, Dark Souls es un juego hecho para los jugadores pacientes, que busquen retos y que sepan jugar con cabeza. Muchas veces comprobarás que el juego te recompensa por estas cosas. Encuentro la historia particularmente interesante, por el hecho de que no te la da masticada como suelen hacer todos los juegos. La jugabilidad es con diferencia lo que más brilla de este título para mí, con los jefes como las estrellas del show. La música es deliciosa unas veces y aterradora otras y consigue crear una muy buena atmósfera dentro del juego dependiendo del lugar y el momento. Todo este conjunto te acaba dejando con ganas de más contenido y con ganas de más respuestas a las múltiples preguntas que hay acerca pues de... prácticamente todo. Ese vacío lleno de preguntas en la historia es la única pega que le puedo poner al juego. Le pondría un 10 con todas las de la ley, pero la baja tasa de imágenes por segundo de la que a veces hace gala el juego me obliga a bajarle la nota cinco décimas.



Por todo lo anteriormente expuesto 

yo declaro que este juego se merece un soberano: 9,5 EXCELENTE