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martes, 6 de septiembre de 2011

Música para recordar.

Muchas veces cuando navego por You Tube me pongo a escuchar música de principios del siglo XX y luego busco alguna canción actual y las comparo. ¿Saben cual es siempre mi conclusión? Que la música de antaño jamás será superada por la que llena hoy en día nuestras radios. Y un buen ejemplo de ello es que para mucha gente la canción "Don´t stop me now" del grupo "Queen" no ha sido superada hasta ahora por ningún cantante actual como puedan ser Lady Gaga, Beyoncé, etc. Para aquellos que no hayan escuchado nunca esta obra maestra de la música aquí os la dejo. Por que no hacen falta efectos electrónicos ni hacer insinuaciones sexuales para crear una obra maestra o sencillamente una buena canción.



Pero no solo los artistas nos han regalado melodías y letras para recordar. El cine también ha contribuido en gran medida con musicales magistrales como "Jesucristo Superstar", "Grease" o la soberbia "Singing In The Rain".







Yo pienso que ciertos cantantes actuales se empeñan en regalar al mundo canciones bastante simples que además han sido diseñadas para ser superventas. Y me parece que eso está empezando a desvirtuar la música con tanto ritmo machacón y tantas canciones que hablan acerca del mismo tema. Si en el Renacimiento tenían tópicos en la poesía creo que nosotros también estamos empezando a tenerlos con las canciones y la música. Pero es que la música es una de esas cosas que parece ser como los vinos, cuanto más antigua mejor. Si nos remontamos a la época de los años 30 podemos encontrar auténticas joyas de la música como pueda ser "Sing Sing Sing" de Benny Goodman.






Y por último están las obras más clásicas de las más clásicas. Las grandes obras maestras de gigantes como Mozart, Beethoven, Brahms, Bach y unos cuantos más no tan famosos pero con un legado tal para la humanidad que hace que la música actual que suena en las discotecas quede relegada a la categoría de falacia.




Todo esto sin hablar de la ópera, que deja en pañales a la música de ahora. Lo que yo tengo bastante claro es que la originalidad del pasado ya se ha perdido en el tiempo. Los cantantes parecen pasar olímpicamente de la originalidad para fijarse únicamente en lo que les conviene a las discográficas: las ventas. Por fortuna aún quedan grupos y artistas que ponen la originalidad por delante de las ventas y yo se lo agradezco.

Desde mi cómoda silla, Arael.

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